DESDE LAS MONTAÑAS DE UTAH EN SALT LAKE CITY (EEUU)
Del 30 de mayo al 5 de junio de 2012
LOS PREPARATIVOS
Genpo Roshi expresa su entusiasmo por
comenzar el taller para facilitadores en Utah
Poco
antes de comenzar el retiro de facilitadores de Big Mind en EEUU, Genpo expresa
su entusiasmo por poder compartir los frutos de sus últimas experiencias de
vida. Con todo cariño, Genpo, te agradecemos todo tu trabajo interior y tu
dedicación que pone un poco más de luz en los demás:
"Estoy
esperando a ver a muchos de ustedes en un par de semanas cuando vuelva a Utah.
Después de casi un año y medio de auto reflexión y habiéndome distanciado del
Budismo Zen, una nueva perspectiva sobre las enseñanzas ha evolucionado. Con la
distancia llegaron la claridad y una vista más a vuelo de pájaro. Perderlo todo
ha traído consigo una libertad que no era posible antes, y estoy muy entusiasmado
de compartir estos resultados con ustedes.
Amor, Genpo.”
Alejandro anuncia su viaje para ir al
retiro con Genpo Roshi
Mañana,
28 de mayo, parto para Utah a un curso para facilitadores de Big Mind con Genpo
Roshi. Durante 7 días trabajaremos unas 6 horas diarias usando el proceso Big
Mind. Será un trabajo muy profundo y enriquecedor. En cuanto vuelva compartiré
lo aprendido en mis retiros y talleres. — en East
Canyon State Park, Utah.
PRIMER DÍA: 30 DE MAYO
Por qué el
proceso Big mind es instantáneo
Hoy
hemos tenido la primera sesión con Genpo Roshi, en un ambiente muy íntimo,
somos menos de 20 personas en este retiro. Nos ha recordado por qué el proceso
Big Mind funciona de forma tan "mágica". Y es que evita el espacio y
el tiempo, que es lo que crea la separación. Si intentas iluminarte, encontrar
la Gran Mente, concentrarte en la respiración, ser uno con mu, eso implica una
separación: aquí estás tú tratando de llegar a un
momento y a un lugar en que eso ocurra. Pero si en vez de eso te pido hablar
con la Gran Mente, con la respiración o con Mu, y me respondes soy la Gran
Mente, soy la respiración, soy mu, entonces ya estás ahí, y no tratando de
llegar ahí, se acabó la separación, ya no hay un yo tratando de llegar a algún
lado.
Claro que una vez que reconoces de forma tan fácil que
estás ahí, el problema que puede surgir es ¿cómo me mantengo ahí? Pero de eso
hablaremos mañana...
La respiración
Un
pequeño experimento que Genpo hizo con nosotros fue primero pedirnos que fuéramos
conscientes de la respiración, la típica forma de encarar la meditación,
luchando por mantenerte presente. Entonces nos pidió hablar con la respiración,
y el cambio es total, ya no estás tú tratando de seguir la respiración, sino
que eres la respiración que entra y sale, la separación, la lucha y el intentar
han desaparecido. Luego pidió hablar con el aire, y
cuando te identificas con el aire la experiencia es my expansiva.
Copio aquí lo que escribió Genpo mientras estaba
identificado con esa voz: "Soy el Aire que él respira hacia dentro y hacia
afuera miles de veces al día, y que él considera garantizado. Sin mí, él no
podría vivir. Sin mí, él moriría una muerte rápida y dolorosa. Aunque él me
sigue cuando entro y salgo, muy raramente se identifica conmigo y se vuelve yo.
Él conserva la ilusión de la distancia y de la separación, pero ¿no es él yo
mismo? Cuando él es yo, él desaparece y toda ilusión de separación se va también.
Él me llama respiración como si yo fuera algo suyo, como si todo funcionara
alrededor suyo. Yo no soy más suyo que él es mío. Yo soy el que da vida a todas
las cosas, tanto las inanimadas como las animadas, y también el que acaba con
toda vida, erosionando y causando decadencia. Eventualmente doy y tomo todo
tipo de vida. No pertenezco a nadie y nadie me pertenece. Todos estamos
conectados y dependemos los unos de los otros. Recuérdame en tu siguiente
respiración. Estoy aquí por ti.”
¿Quién es el yo sin Alejandro?
Hoy hemos seguido explorando algunos
aspectos muy interesantes de nosotros mismos, con facilitación de Genpo Roshi.
Por ejemplo, si hablo desde la voz de "Alejandro", y esa voz es
distinta al yo. ¿Quién es el yo sin "Alejandro"? ¿Quién o qué es
"Alejandro"? Ha sido una exploración fascinante llevada a cabo en
grupo. También hablamos desde la voz del "ego". ¿Quién es el yo sin
el ego?, ¿quién quiere liberarse del ego?, ¿no será una parte disociada del
propio ego la que quiere acabar consigo mismo?, ¿Cuál es la función del ego?,
¿qué sería de nosotros sin esa función?
Cada voz desde la que hablamos en el proceso Big Mind es una perspectiva nueva que nos permite llevar a cabo esta interesante exploración. Además el punto de partida no son ciertas ideas preconcebidas, sino la propia curiosidad por la exploración.
También hemos reflexionado sobre lo que lleva a la gente a la práctica espiritual (Genpo lo explicaba desde el budismo zen, pero creo que se aplica a cualquier vía espiritual). En primer lugar uno busca liberarse del sufrimiento, cosa que puede hacerse cuando uno se da cuenta, realiza (en un kensho o satori, como se llama en el zen) que uno es lo absoluto, que no hay ningún yo que sufra. Así puede parecer que, por un tiempo al menos, uno ha escapado del sufrimiento. Casi todas las enseñanzas espirituales más atrayentes vienen desde aquí, casi todos los libros zen están escritos desde aquí, y es normal que esto sea atrayente pues nos ofrece un escape al sufrimiento. Si no te mueres antes, acabarás descubriendo que no puedes escapar del sufrimiento ni de tu vida, y entonces ya no se tratará de escapar del sufrimiento, sino de ser uno con él, de vivirlo plenamente. De hecho, se trata de vivir lo más plenamente posible la vida en todos sus aspectos, y claro, esto en principio puede atraer menos que el ofrecer un escape a los aspectos difíciles de nuestras vidas.
Genpo Roshi nos leyó un texto suyo no publicado todavía donde se criticaban ciertos aspectos del budismo tradicional y cómo podríamos adaptarlo mejor a los tiempos que corren. Por ejemplo, mencionaba el excesivo énfasis en la postura que se hace sobre todo en la escuela soto del budismo, a veces olvidándose de la realización misma y equiparándola con la postura. Pero cualquiera que pueda sentarse en el loto perfecto y que haya tenido un kensho, seguramente notará la diferencia entre ambos. El problema es que si no has tenido el kensho, la realización, es muy difícil que comprendas la importancia que tiene la experiencia, y puedes seguir sentándote sin llegar a nada y pensar que eso ya es. Pero el "simplemente sentarse" (shikantaza) del zen, exigiría sentarse en la mente que no busca, es decir exige la experiencia del kensho, si no lo que estás haciendo es otra cosa. Todas estas son cosas que yo ya pensaba y el texto de Genpo me ha ayudado a hilar…
Cada voz desde la que hablamos en el proceso Big Mind es una perspectiva nueva que nos permite llevar a cabo esta interesante exploración. Además el punto de partida no son ciertas ideas preconcebidas, sino la propia curiosidad por la exploración.
También hemos reflexionado sobre lo que lleva a la gente a la práctica espiritual (Genpo lo explicaba desde el budismo zen, pero creo que se aplica a cualquier vía espiritual). En primer lugar uno busca liberarse del sufrimiento, cosa que puede hacerse cuando uno se da cuenta, realiza (en un kensho o satori, como se llama en el zen) que uno es lo absoluto, que no hay ningún yo que sufra. Así puede parecer que, por un tiempo al menos, uno ha escapado del sufrimiento. Casi todas las enseñanzas espirituales más atrayentes vienen desde aquí, casi todos los libros zen están escritos desde aquí, y es normal que esto sea atrayente pues nos ofrece un escape al sufrimiento. Si no te mueres antes, acabarás descubriendo que no puedes escapar del sufrimiento ni de tu vida, y entonces ya no se tratará de escapar del sufrimiento, sino de ser uno con él, de vivirlo plenamente. De hecho, se trata de vivir lo más plenamente posible la vida en todos sus aspectos, y claro, esto en principio puede atraer menos que el ofrecer un escape a los aspectos difíciles de nuestras vidas.
Genpo Roshi nos leyó un texto suyo no publicado todavía donde se criticaban ciertos aspectos del budismo tradicional y cómo podríamos adaptarlo mejor a los tiempos que corren. Por ejemplo, mencionaba el excesivo énfasis en la postura que se hace sobre todo en la escuela soto del budismo, a veces olvidándose de la realización misma y equiparándola con la postura. Pero cualquiera que pueda sentarse en el loto perfecto y que haya tenido un kensho, seguramente notará la diferencia entre ambos. El problema es que si no has tenido el kensho, la realización, es muy difícil que comprendas la importancia que tiene la experiencia, y puedes seguir sentándote sin llegar a nada y pensar que eso ya es. Pero el "simplemente sentarse" (shikantaza) del zen, exigiría sentarse en la mente que no busca, es decir exige la experiencia del kensho, si no lo que estás haciendo es otra cosa. Todas estas son cosas que yo ya pensaba y el texto de Genpo me ha ayudado a hilar…
TERCER DÍA: 1 DE
JUNIO
Permitirse vivir plenamente desde el ego
Hoy hemos seguido investigando la
voz del ego. Primero hablamos desde el ego disociado, y hemos explorado todas
las manifestaciones encubiertas que tiene este ego disociado en nuestras vidas,
especialmente en el mundillo espiritual.
Luego Genpo nos pidió hablar con el
ego integrado y encarnado. Le expresé a Genpo mi sorpresa, desde esta voz no
entendía por qué había tanta lucha con el ego. Genpo me dijo que desde la voz
del ego se lo preguntara al yo, y lo hice, a lo que el yo respondió:
"desde pequeño me han enseñado que el ego es malo, que no hay que ser egoísta.
Luego en la espiritualidad también se dice que hay que liberarse o matar al
ego, porque cuando no hay ego es el fin del sufrimiento." Pero desde la
voz del ego integrado la cosa se veía muy distinta, ¿y si se hubiera
interpretado mal lo que hay que hacer con el ego? ¿Y si lo que hubiera que hacer
no es eliminarlo sino permitirse vivirlo plenamente? Claramente desde el ego
integrado se acabó la lucha, y resolver por fin esa lucha supone un gran alivio
para cualquiera que esté en la búsqueda espiritual, y curiosamente sólo eso ya
elimina mucho sufrimiento... Esto ya lo había pensado antes, pero vivirlo por
experiencia me dejó en un estado gozoso donde sentía la energía recorrer todo
mi cuerpo.
Lo que no es el ego, ni el yo, ni Alejandro
Luego Genpo pidió hablar con eso que no es el ego, ni el yo, ni Alejandro, y ahí entré en un estado de samadhi, de consciencia testigo muy estable desde donde lo único que pude decir, dirigiéndome a Genpo es "gracias" mientras me inclinaba con las manos juntas frente al pecho. No puedo dejar de señalar la profundidad y la estabilidad del estado. Poder acceder a eso fácilmente es el regalo que Genpo nos ha hecho con su proceso Big Mind.
El facilitador
Sin salir de ese estado nos pidió hablar con la voz del facilitador, donde pudimos experimentar la curiosidad genuina sobre los procesos de la persona que estamos facilitando y el saber que no estamos enseñando nada, sólo permitiendo que la persona reconozca lo que ya está en ella. Claro, para eso es importante haberlo reconocido primero en uno mismo.
CUARTO DÍA: 2 DE
JUNIO
El padre interior
Hoy hemos trabajado con la voz del
padre interior y ha sido una experiencia impresionante. Lo primero que quiero
aclarar es que no hay que confundir a este padre interior con nuestro padre
biológico. Para este padre interior sólo hay un hijo, TÚ. Tú eres el único hijo
al que ese padre interior ama incondicionalmente, sin que tengas que hacer nada
para ganarte ese amor. Ahí está para apoyarte, y también para empujarte cuando
es necesario. Protege y abraza a esa parte que es el niño inocente y
vulnerable. Con ello el padre interior permite que podamos desarrollar esa
parte nuestra vulnerable y fresca, que no necesita saberlo todo, que puede
confiar en su intuición.
En primer lugar hablamos con el padre interior disociado. Cuando está disociada esta voz, cuando perdemos el contacto con su amor incondicional, entonces nos queda la sensación de que tenemos que ganarnos el amor de alguien para llenar ese vacío, pero la cosa nunca acaba de funcionar, ningún amor (todos son condicionales en cierta medida), puede llenar ese hueco del todo, y así nunca encontramos la satisfacción. Lo que hacemos es proyectar nuestro padre interior en otras personas, especialmente hombres, supongo, y entonces nos queda la sensación de que tenemos que ganarnos su amor, y de que para ello tenemos que cambiar, mejorar…
Pero cuando después pasamos a hablar con la voz del padre interior totalmente integrado y encarnado, descubrimos ese amor incondicional hacia nosotros mismos, hacia nuestra parte inocente y vulnerable, sin cambiar nada, tal y como somos, sin importar nuestros éxitos y fracasos. Es impresionante sentir la fuerza de ese amor y aceptación incondicional por uno mismo, tal y como somos, sólo por ser el único hijo de nuestro padre interior.
Quiero expresar mi agradecimiento a
Genpo Roshi por permitirme ponerme en contacto con esta parte mía que sólo
había atisbado antes en fugaces momentos. Me ha tocado tan profundamente que he
decidido incluir en mis talleres básicos dos voces más: el padre interior y la
madre interior. Copio el texto que ha escrito Genpo Roshi sobre el padre interior:
Soy el papá del niño pequeño y nuestra relación lo es de amor, confianza
y aceptación incondicionales. Soy para él lo que la gente ha proyectado fuera
como Dios o el Padre en el cielo. Estoy dentro de él pero también lo lleno todo
y soy omnipresente. Siempre estoy aquí cuidando de él. Puede relajarse y
depositar su confianza en mi. Siempre estaré aquí sin fallar. Ahora puede ver
que su propio padre estaba haciendo lo mejor que podía y puede perdonarle por
ciertos defectos y por no estar siempre ahí para protegerle. Ahora que me
conoce íntimamente, puede ver que su padre biológico, profesores, entrenadores
y Maestro Zen son todos simplemente perfectos como eran y son, y puede ahora
amarlos y apreciarlos incondicionalmente por quienes eran y son."
Sobre la madre interior os hablaré mañana, pues ésta será la voz que exploraremos. Lo que más me llama la atención de los retiros realizados con Genpo Roshi, es que la exploración de uno mismo, que se puede llevar a cabo usando el proceso Big Mind, no tiene límites.
"Me gustaría hacer una distinción
entre el padre interno y el padre biológico. Mucha gente confunde los dos, o no
son conscientes de que son dos voces distintas. Así que con el que me gustaría
hablar es el padre interno que no ha sido descubierto o que está najenado, por
favor.
Padre: Sí, yo soy su padre
interno y él nunca había pedido hablar conmigo antes. No creo que él conociera
o hiciera esa distinción entre su padre biológico y yo. Tuvo una relación muy
buena y amorosa con su padre, así es
que nunca pareció pensar que era necesario llamarme. Por esta razón no se ha
apropiado de mi y no he sido capaz de funcionar óptimamente. De hecho, puedo
ser la clave de mucha disfunción en él, su dificultad con establecer límites
maduros y saludables antes de que me diera voz, su incapacidad para protegerse
a sí mismo y a otros de muchas formas.
Yo no soy su padre biológico que tuvo dos hijos. Soy sólo
su padre. No tengo ningún otro hijo y le amo y le acepto como mi único hijo,
total e incondicionalmente. Como él nunca ha sabido que yo siempre he estado
justo aquí me ha proyectado hacia fuera. Me ha proyectado en su padre
biológico, por ejemplo, también en otros modelos de conducta masculinos en su
vida, sus entrenadores, profesores, héroes y, por supuesto, en su Maestro Zen.
Ha tratado de vivir a la altura de algún estándar que ellos representaron para
él, conseguir lo que a veces era imposible para él, para ganarse su
reconocimiento y amor incondicional. Esto le convirtió en superconseguidor y
casi fanático en lograr sus objetivos. Y no es que estos objetivos hayan sido
necesariamente malos en sí mismos, pero sus esfuerzos han sido agotadores y
frustrantes porque a sus propios ojos siempre se ha quedado corto.
Si yo fuera apropiado por él y
encarnado podría ofrecerle el amor y la
aceptación incondicional que siempre siento por él. No tiene que probarme nada.
Cuando cae o falla todavía estoy totalmente ahí para él con perdón y amor totales.
Tendríamos una intimidad muy bonita y una relación personal que no ha estado
ahí para él hasta ahora. Tengo un amor muy protector hacia él que es dulce y a
la vez muy severo también. Ha oído a otros hablar de una relación amorosa y personal con Dios, que él nunca ha
entendido porque conmigo enajenado o no todavía reconocido él no podía sentir
este amor muy personal e incondicional desde mi.
¿Podría ahora hablar con el padre
interno totalmente apropiado por él, encarnado e investido de poder?
Padre: Sí, soy su padre interior,
apropiado por él, encarnado e investido de poder. Él es mi único hijo a quien
yo amo incondicionalmente y por quien tengo tanta ternura. Estoy tan orgulloso
de él simplemente por ser él mismo, por quién es. No tiene que hacer nada para
ganarse mi amor. No necesita demostrar nada para mi como sentía que tenía que
hacer con su padre biológico, sus entrenadores, sus profesores y su Maestro
Zen. Yo no vivo indirectamente a través de él o compito con él, una vez más
como su padre biológico e incluso sus entrenadores y profesores a menudo
hacían.
Sobre la madre interior os hablaré mañana, pues ésta será la voz que exploraremos. Lo que más me llama la atención de los retiros realizados con Genpo Roshi, es que la exploración de uno mismo, que se puede llevar a cabo usando el proceso Big Mind, no tiene límites.
QUINTO DÍA: 3 DE
JUNIO
La madre interior
Hoy Genpo Roshi nos ha facilitado la
voz de la madre interna, que al igual que ocurría con el padre interior, no hay
que confundir con nuestra madre biológica. Somos su único hijo, y su amor por
nosotros es total y su aceptación radical.
Como siempre hemos empezado la
exploración hablando con la voz disociada, y viendo de qué formas se manifiesta
esta disociación en nuestras vidas, buscando conseguir fuera ese amor y
aceptación radicales, pero claro, es una búsqueda condenada al fracaso.
Experimentar esta voz, junto con el padre interior, me ha impresionado tanto
que he decidido explorar esas dos voces en mis talleres básicos. Me parece
fundamental tomar contacto con esas fuentes de amor incondicional que nos
permite sentirnos bien tal y como somos, para empezar a vivir nuestra vida
desde otro lugar, sin tratar siempre de llenar ese hueco con el amor y la
aceptación de fuera.
Copio aquí lo que publicó Genpo hace
poco sobre la voz de la madre interior:
“En la obra de esta consciencia,
existe una gran diferencia entre nuestra madre interna y la biológica. Nuestra
madre biológica es una persona única con todas sus dificultades personales.
Nuestra madre interna no tiene nada de ésto, es completamente libre de todo y
ama incondicionalmente. Puede que tu madre biológica haya tenido más de un
hijo, pero tu madre interna sólo tiene uno, el pequeño tú.
A diferencia del arquetipo de madre que es toda compasión y que ama a todos los seres igualmente, tu madre interna ama incondicionalmente a su único hijo, tú. Ante la elección de vida o muerte entre amar y protegerte a ti o a otro, ella te amará y salvará a ti antes que a otro hijo, hermano, amigo cercano, o pareja. Para ella está clarísimo, tú siempre eres lo primero. En situaciones parecidas a las de la película La Decisión se Sofía, ella siempre te salvará a ti, su único y verdadero hijo. Ésta es una distinción crucial.
A diferencia del arquetipo de madre que es toda compasión y que ama a todos los seres igualmente, tu madre interna ama incondicionalmente a su único hijo, tú. Ante la elección de vida o muerte entre amar y protegerte a ti o a otro, ella te amará y salvará a ti antes que a otro hijo, hermano, amigo cercano, o pareja. Para ella está clarísimo, tú siempre eres lo primero. En situaciones parecidas a las de la película La Decisión se Sofía, ella siempre te salvará a ti, su único y verdadero hijo. Ésta es una distinción crucial.
En Zen entendemos que todos comenzamos con una capacidad ilimitada para alcanzar nuestro máximo potencial de vida, para ser dichosos y completos. Sin embargo, limitamos esa capacidad debido a una noción dualista de separación que se manifiesta en forma de miedo. Levantamos barreras y creamos nudos como los de una manguera enredada, los cuales nos impiden darnos cuenta de la capacidad sin fin con la que nacimos. Necesitamos quitar las barreras y desatar los nudos que nosotros mismos pusimos ahí de niños y también de adultos. Esta exploración de las figuras de la madre y el padre es crítica para profundizar en la evolución de la consciencia.
Facilitador: puedo hablar con la madre interna
por favor?
Madre Interna: sí, por supuesto. Me encantaría. Él es mi hijo único y le quiero incondicionalmente, sin ninguna reserva. No tengo ninguna agenda para él, y no le pido nada a cambio, ni siquiera su amor. No espero que llene mi necesidad de sentirme completa y entera. Yo estoy completa y entera tal como soy.
Simplemente estoy llena de amor, amor incondicional por él, amor que está ahí incluso cuando él hace algo estúpido o que no está bien. Ese amor está ahí para él todo el tiempo, y sin que él tenga que probarme nada en modo alguno. Yo ya le amo como él quiere y desea, incondicionalmente. Él siempre ha querido mi amor, pero al no saber que yo existía, proyectó esta necesidad en su madre biológica y buscó mi amor incondicional a través de ella. Pero ella era incapaz de dárselo porque, como es de comprender, ella tenía su propia agenda y sus necesidades que satisfacer.
Ella buscaba en él llenar sus necesidades indirectamente, lo cual él no podía hacer en modo alguno. Así que él nunca era lo suficientemente bueno. Él era demasiado gordo o demasiado flaco, llevaba el pelo demasiado largo o demasiado corto, trabajaba demasiado duro, o no lo suficientemente duro, etc. Él quería su amor sin reservas y su aprobación; ella no podía dárselo.
Él ha estado buscándome en todos los lugares equivocados, primero en su madre biológica, luego en sus profesores, en sus guías, e incluso en su Maestro de Zen, y por supuesto en sus relaciones de pareja. La voz o el yo interior que siempre buscaba amor incondicional y aceptación, dio luz a otras muchas voces o yoes: el super-productivo, el todo-complaciente, la culpa, la vergüenza, el que nunca es lo suficientemente bueno, el rebelde, el Superman, entre muchas otras. Cada una de estas voces ha tenido una poderosa influencia en su vida, algunas positivas y otras negativas, pero como esfuerzos para ganar el amor incondicional de su madre biológica, siempre estaban destinadas a fracasar.
Ahora que él ha establecido la distinción entre su madre biológica y yo, me da la impresión de que él ha desatado uno de los nudos que le han limitado durante tanto tiempo. Ahora que él ve que su madre biológica estaba haciendo lo mejor que podía con las herramientas y el karma que le fueron dados, él puede volverse hacia mí para conseguir lo que antes estaba buscando en ella. Ahora, él tiene un amor más profundo y una mayor apreciación por ella y por sí mismo. Él ha dejado de culpar a la situación, y cómo ésta se produjo. No es necesario el perdón porque ninguna de las partes ha cometido una falta ni tiene culpa alguna.”
El niño inocente y vulnerable
Después de haber experimentado al padre y la madre interior fue muy fácil contactar con la voz de nuestro niño inocente y vulnerable. Y es que el integrar nuestro padre y nuestra madre interior crea las condiciones para que esa parte nuestra pura, sensible y juguetona pueda florecer en nuestras vidas.
Facilitando a Genpo con la voz del padre interior
Por la tarde nos dividimos en pequeños grupos y cada uno de nosotros tuvimos la oportunidad de facilitar en Genpo Roshi la voz del padre interior. Me encantó ver el mucho jugo que le sacó a nuestras facilitaciones y las cosas tan interesantes que descubrió sobre su padre interior. Y es que el proceso de integración, como el de iluminación, no termina nunca, es un proceso sin límites…
SEXTO DÍA: 4 DE
JUNIO
La voz de Genpo Roshi
Hoy hemos trabajado con la voz de
"Genpo Roshi". Hablar con la voz de otra persona, identificarnos con
ella, puede ayudar a recoger todas las proyecciones que hemos hecho sobre esa
persona. Todas aquellas cosas, que por creer demasiado malas, buenas o
amenazantes no nos atrevemos a asumir que son nuestras y entonces proyectamos
en esa persona. Hablando con la voz de esa persona las recuperamos y las
hacemos nuestras. Y si hay alguien que recibe proyecciones con intensidad, esos
son los maestros espirituales. Por eso hoy trabajar con la voz de Genpo Roshi,
hablar desde ella hasta sentirla integrada y encarnada ha dado lugar a procesos
muy intensos.
Pero esto puede hacerse cada vez que
queramos clarificar nuestra relación con alguna persona. Podemos hablar desde
ella, para así recoger las proyecciones y después poder relacionarnos más
genuinamente con la persona. Al final se trata de eso: aceptar todo lo que
somos y dejar de proyectarlo fuera. Y el proceso Big Mind es una herramienta
excelente para ello.
Por otra parte, Genpo me ha confirmado que quiere volver a España a hacer algún taller, y que posiblemente será en verano de 2013.
SÉPTIMO DÍA: 5 DE
JUNIO
La resistencia
Hoy, bajo un calor abrasador (36 ºC
según el gadget del tiempo y el tiempo.es), encerrado en este motel de
carretera de Salt Lake City, os escribo la crónica del último día del retiro.
Hoy, para terminar el retiro de facilitadores, hemos trabajado con la voz de la resistencia. Como hacemos habitualmente, en primer lugar, hemos hablado desde la voz de la resistencia disociada. Toda voz disociada se manifiesta en nuestras vidas de formas encubiertas. Cuando la voz de la resistencia está disociada podemos pensar que no nos estamos resistiendo, que estamos abiertos a la vida, pero ese aspecto está actuando en nuestras vidas sin que lo sepamos.
En nuestra exploración descubrimos que esa resistencia encubierta puede manifestarse, por ejemplo, hiriendo o abandonando a los demás antes de que nos hieran o abandonen. Y es que como descubrimos después, al explorar la resistencia integrada y encarnada, una de las funciones de la resistencia es poner límites, proteger nuestra parte vulnerable. Y esto, de forma no integrada, se hace hiriendo y abandonando, para no sufrir el dolor de ser herido y abandonado.
A veces, sobre todo cuanto más nos desarrollamos espiritualmente, se piensa que tenemos que estar abiertos a todos y a todo en todo momento y no poner límites, entonces acabamos agotados. Genpo Roshi nos contaba cómo esto le pasó durante mucho tiempo con sus estudiantes, estando siempre disponible y perdiendo su vida personal, pero actualmente está en el proceso de recuperar unos límites saludables que le devuelvan su vida personal.
Eso es lo que nos ofrece la
integración de la resistencia en nuestra vida, la capacidad de poner límites a
voluntad en el momento adecuado, la capacidad de decir “no”. Si no, uno puede
acabar agotado, cargando con cosas con las que realmente no quiere cargar, y
sin una vida personal propia.
Otra función de la resistencia es proteger esas partes vulnerables nuestras, esas partes donde todavía no estamos preparados para entrar. Cuando sea el momento adecuado la resistencia nos dejará acceder a ellas. Como toda voz podemos vivir la resistencia a la luz de la consciencia, o ésta nos puede manejar desde la sombra.
Y al final de eso se trata con la exploración que se lleva a cabo con el proceso Big Mind: de conocernos, de hacernos más conscientes de nuestros distintos aspectos para que dejen de manejarnos desde la sombra, expresándose encubiertamente en nuestras vidas, y poder expresarlos y vivirlos creativamente.
LA DESPEDIDA
Al
final, cuando me despedía de Genpo Roshi me dijo: “Sigue con el buen trabajo
que estás haciendo”. Y en ello está todo mi compromiso y toda mi práctica.”
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